25 años de aprendizajes para abordar la nueva Era

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El cambio social y el Desarrollo integral han sido el propósito del Consorcio para el Desarrollo Comunitario en 25 años de trabajo.

En estos momentos la humanidad se encuentra viviendo una época que está marcando un antes y un después en varias dimensiones: política, social, educativa, científica; así como en su relación con el medio ambiente, la cultura, la justicia, la equidad de género y la diversidad en la orientación sexual; y la lista de temas con seguridad se extiende.

El concepto de Desarrollo no es ajeno a esta realidad; de hecho, ha sufrido transformaciones que reflejan el tránsito del pensamiento de las ciencias sociales junto a las ideas económicas y políticas. Para 1995, el nacimiento del Consorcio para el Desarrollo Comunitario se enmarcó en tres hechos que mirados en retrospectiva, confirman el tránsito mencionado.

Ese año la Fundación Ford invitó a un grupo de fundaciones a congregarse para promover lo que en los Estados Unidos se conocía como Organizaciones de Desarrollo Comunitario, esta convocatoria dio origen al Consorcio para el Desarrollo Comunitario. Ese mismo año, la Fundación Grupo Social, una de las entidades fundadoras del Consorcio, inició un cambio drástico en su forma de actuación pasando de los proyectos sociales al enfoque de Desarrollo Local y, tercero, en el Magdalena Medio surgió el Programa de Desarrollo y Paz.

Estos hechos reflejan el reto que como actores decididos a trabajar por el cambio social, debíamos afrontar en ese momento. Pasamos de la convicción de que un modelo (socialista, capitalista, nacionalista, liberal) tenía todas las respuestas al sueño propuesto en “las revoluciones” (H. Arendt) a la opción por una construcción colectiva permanente de esas respuestas en entornos de reconocimiento, deliberación y paz, con la participación de todos, la validación de los intereses de todos y para el beneficio de todos.

Hoy contamos con el aprendizaje adquirido, el Modelo de Desarrollo Integral Territorial –DIT- se convirtió en nuestro eje de actuación y tiene ejemplos demostrativos en diversas comunidades de Nariño, Cauca, Valle del Cauca, Tolima, Cundinamarca, Antioquia y Bolívar. En este camino hemos recibido el apoyo de nuestros aliados como la Fundación Grupo Social, la Fundación Smurfit-Kappa y la Fundación Corona. Por su parte la Fundación Interamericana ha sido, durante años, compañera solidaria en la aplicación y actualización del modelo.

Tenemos la convicción de que el tiempo nos dio la razón en cambiar nuestro enfoque y método de cambio social, más aún ahora cuando la Naturaleza nos está pidiendo acelerar ese cambio de relaciones a nuestro interior como sociedad y con el planeta, por razones ya no sólo de ética, justicia, racionalidad o compasión sino de pura supervivencia.

Nuestra meta es continuar expandiendo nuestro Modelo DIT a más comunidades, yendo más allá de las obras de infraestructura y productivas, pues en el fondo lo que se busca es una integración entre los actores territoriales, institucionales, gubernamentales e internacionales; lo que a su vez conlleva a la apropiación y sostenibilidad de la planeación y la gestión del Desarrollo.

RODRIGO QUINTERO MARÍN

En unión de cerca de 200 personas más que han participado en la creación, operación y enriquecimiento de esta propuesta durante 25 años.

“Dios y mi canto saben a quién nombro tanto…” (J.M. SERRAT, “Decir Amigo”)